Lo reconozco: soy un quejica.
Lo hago por salud mental, para liberarme de una presión absurda innecesaria. Te vas aguantando pequeñas cositas y el día más tonto estallas por una de ellas, por no decir las cosas a tiempo.
También lo hago por enseñar, todo el mundo tiene sus manías, o les dices a la gente las tuyas o seguirán haciendo aquello que te molesta.
Eso sí, en la medida de lo posible, las quejas las hago con educación... pero las hago.
Y sí, sé que eso puede ser molesto, o gracioso, o ambas cosas, pero a mí me sirve y uno/a tiene que mirar también por si mismo/a.
- ¿Y qué te molesta Ricky?
- Bueno, cosas sencillas, no muy graves, pero si una importante cantidad.
1) Que me pregunten cómo me llamo, yo diga Ricardo o Ricky, y a continuación
me llamen Richi.
Joer, llámame Manuel, si te sale de los huevos... ¿Para qué me preguntas entonces? De la gente que luego lo hace aposta lo entiendo, a todos nos gusta vacilar, pero la gente que hace porque escucha lo que quiere... esa no, esa me toca la huevada padre.
2) Que me cojan algo
sin pedírmelo. ¿Voy yo a tu casa y te quito el mando de la tele? Yo no me considero nada egoista, no me importa dar o prestar practicamente nada
*, pero pídemelo. Y no, no me lo pidas cuando ya lo tienes en la mano. ¿Te pido yo el coche cuando ya lo he arrancado? ¿Ves la analogía?
3) Que
no me escuchen. Si no me quieres escuchar, no te quedes a mi lado. No es que me pase a mí solo, pero sí que me molesta especialmente.
4) Que me
dejen de hacer caso. Si me preguntas algo y a mitad de mi explicación, te pones a hablar de otras cosas, o a mirar el móvil o a hablar con otras personas, es que lo que te estoy contando no te importa un carajo. Está bien, eso lo puedo aceptar, pero no me pidas que continue o te lo cuente de nuevo porque has preferido darle más importancia a otra cosa. Eso me cabrea y mucho. No, no me pidas que te lo cuente de nuevo, no lo voy a hacer. No, no me pidas que no me enfade cuando ya me has enfadado.
5) Que me cojan o
me suban sin permiso. No soy un muñeco ni un objeto, Que puedas levantarme sin problema no significa que yo te lo permita.
6) Que me toquen
las muñecas. Me da repelús. No me pasa nada en ellas, pero no me gusta. Si las tocas una primera vez te diré algo, una segunda tomaré represalias, porque
aviso siempre.
7) Que
me toque una persona con la que no tengo confianza. No me siento nada cómodo.
8) Que
me insistan en que pruebe algo. Soy una persona adulta, tomo mis propias decisiones, no estoy cerrado a probar cosas nuevas. Si no lo quiero hacer en este momento porque no me apetece, ya está, ya te lo he dicho, no me insistas, por favor. Ya lo probaré cuando yo lo considere oportuno.
9) Los
cambios de tema constantes. Me pone nervioso cuando alguien empieza contándote algo y termina hablando de algo completamente diferente sin terminar aquello que empieza. Cuéntame todo, yo estaré encantado. Todas las cosas, todos los temas... pero por separado, por favor: trabajo por un lado, personal por otro, anécdotas... e incluso cotilleos... bien, pero no me los mezcles y no termines ninguna historia.
10) Que no respeten mi
espacio personal. No soy europeo ni necesito que me hablen a un metro y medio de distancia, pero tampoco te acerques tanto que parece que me vayas a besar en cualquier momento o que me quieras robar la cartera. No me siento nada cómodo. Si no te apartas tú, lo haré yo, pero a tu ladito cercano no me voy a quedar si no eres mi pareja.
11) Que la gente
grite en espacios silenciosos. Especialmente hospitales. El resto también, pero menos. Por favor, entiende donde estás. No es un patio. Hay gente pasándolo mal. Salte al pasillo, a la calle, a tu puta casa... pero no grites ahí. Ni a mí ni a nadie nos interesa tu conversación.
12) Los
silbidos. Me molestan en general los sonidos muy agudos, unos pueden evitarse, otros son aposta. Los silbidos no me agradan.
Pero vamos, excepto un par de ellas, que son manías, el resto se basa en que me respeten o no. Si haces cosas en las que demuestras que te importo un carajo, me molesta.
Si te tengo aprecio, cariño o confianza, te pasaré la primera, la segunda te diré algo, la tercera me cabrearé y las posteriores dejaré de respetarte yo a ti. Si no te tengo aprecio, dependiendo de la situación te diré algo, pasaré de ti, te pondré una cruz y evitaré juntarme contigo.
Por mi salud mental tengo que simplificar mi vida y no complicármela más de lo que pueda, Las
decisiones asertivas funcionan muy bien para mí.
*Presto todo lo que me pidas, pero no comparto el postre. Lo odio. Si quieres medio, pídete tú uno y me como yo uno y medio... jejeje.