24 mayo, 2007

El secundario

Así me siento ultimamente.
Me siento como el actor secundario al que se le pilla cierto cariño. El que no es vital para la película pero le da cierto contenido y volumen.
Soy el Sancho (que coincidencia) del Quijote. Sí, el libro no será el mismo sin tan entrañable personaje, aunque no sea el protagonista.
Con cada persona que me encuentro ultimamente tengo esa impresión.
La buena noticia es que tengo esa sensación con MUCHA gente, y eso quiere decir que cuento (aunque no de manera directa) para ellos/as. Algo estaré haciendo bien para que esto pase.
Tampoco está mal que la gente cuente contigo.
Watson también hacía su papel en las historias de Sherlock.
No vamos a poner todo de color de rosa, también tiene su lado malo... es una jodienda no ser el personaje principal para nadie... tu cuerpo y tu corazón lo necesitan (o al menos el mío sí).
Sí, sé que el tiempo lo pone todo en su sitio y que al final las cosas cambiarán, pero joder, la espera se me antoja, en ciertas ocasiones, incómoda.
¿Te quejas? - me insta el chaval de monopatín de la segunda fila.
Bueno, yo soy mucho de quejarme, pero vamos, que tampoco estoy hecho polvo, es solo eso... incómodo, pero no agobiante ni jodido. Como una china en el zapato.

16 mayo, 2007

Tengo la vida organizada

... y estoy contento con ello.
Sí, suena preocupante, lo sé. Pero que nadie se piense que está planificado cada momento, no.
Aunque en la mayoría de casos organización va vinculada a planificación, aquí no va del todo implícita.
"Explícate Ricky, que no se te entiende" - Me dice el de pantalón morado de la segunda fila.
Veamos.
Debido a mi horario, sólo tengo la tarde de los miércoles libre. Como el resto de amiguetes tienen más o menos todas las tardes libres, se ha establecido el miércoles como la tarde del Pacharán Day, que suele empezar con una comida copiosa y terminar bebiendo pacharanes hasta que cae la noche. No siempre pasa eso, claro, pero al menos se sale.
El jueves, curro 10 horas, y salgo medianamente cansado. Pero aquel o aquella que salga los jueves regularmente sabrá que el jueves es el mejor día para salir. Por varias razones: primero, que no sale tanta gente y no tienes que pegarte por llegar a la barra o que te atiendan en una mesa; segundo, porque no sales con las mismas espectativas que un viernes (que parece que un viernes has de salir a comerte el mundo), con lo que, si sale un jueves tranquilo, pues bien, se cumplen las espectativas, y si sale marchos, pues mucho mejor y alegrón que te llevas; tercero, la gente sale mucho más tranquila y controlada, con más ganas de pasárselo bien y casi nadie se emborracha (salvo algunos entre los que, a veces, me incluyo), con lo que, se ahorran peleas, y otros malestares que provoca mucha gente bebida. A mí, como me da por cantar y/o bailar, podré ponerme ruidoso o gracioso, pero no peligroso o molesto.
Los viernes, parece que ha de salirse "a machete" dándolo todo. He de reconocer que llevo una temporada tranquilo y aunque me quedo hasta tarde, salgo y llego a casa con perfecto control y sabiendo lo que he hecho (cosa que no puedo decir de mis compañeros de juergas).
El sábado es aún peor, ya que la mayoría de gente no trabaja los domingos. Aquí crece el número de borrachos y de gente que sale "a darlo todo". Se dan situaciones muy cómicas, pero hay que estar un poco "al loro" para que nadie te amargue la fiesta. Suele ser el día que más aguanto (o mejor dicho aguantamos). De ahí los famosos desayunos que he puesto en el blog alguna vez.
El domingo se ha de descansar de tanto "despiporre" y se echa uno una siesta que asustaría a un cataléptico. Si se tercia, se baja a ver el partido al bar con los amigos o se ve una peli tranquila en casa.
Ese es el resumen de casi todas mis semanas, excepto cuando salen planes más interesantes, que se cambia sin ningún problema.
¿Por qué no cambiais parámetros? - Pregunta de nuevo el del pantalón morado.
Porque nos gusta. Es un planteamiento cómodo, que nos alegra la vida.
Si algo funciona, ¿para qué cambiarlo?
Sí, sé que es temporal y nos acabaremos hartando...
Pues bien, cuando eso pase, cambiamos y ya está, que para eso estamos.

15 mayo, 2007

Tiempos modernos

Me acuerdo de hace un par de años cuando me compré el otro ordenador y mi amigo Antonio me dijo que él se compraba un portátil.
Conociendo mi fascinación por los cacharritos me preguntó por qué no me compraba yo otro. La pregunta me la hacía yo mismo, pero... en ese momento no me convencían ni las prestaciones, ni el peso, ni la capacidad de ampliación, ni la conectividad, etc.
Han pasado casi 2 años y ahora he cambiado de opinión. ¿Tanto han cambiado los portátiles? No, seguramente no. Pero mis necesidades con él sí, y mucho.
Ya no necesito un rendimiento enorme para hacer funcionar el Autocad o el 3DS Max. Y para el Photoshop o el Flash que son los que ahora más recursos pueden comerse, siempre puedo tirar de disco duro como memoria virtual. Y si necesito esos 2 programas, sigo teniendo el otro por si acaso.
Antes me planteaba cambiar de ordenador por muchas cosas... pero los discos duros externos por USB me han cambiado la forma de ver las cosas. 400 gigas en total dan para mucho.
¿Y todo este rollo por qué? - Pregunta el joven de la fila de alante.
Bueno, me he comprado un portátil nuevo. Mi retoño.
Aún no le he sacado apenas jugo y llevo 4 días con él, pero por ahora estoy muy contento. Desde él os escribo.
¿Lo malo? (o al menos lo que a mí no me gusta): Viene con Vista. Un sistema mucho más seguro (hay que reconocérselo), pero mucho más lioso. Además, les ha dado por cambiarlo todo de sitio y encontrar cómo configurar ciertas cosas se hace un poco lioso.
Menos mal que tiene una partición muy decente donde quiero meter Linux... jejeje.

This modern love

Una nueva canción en la cabeza:

La canción: "This modern love" cantada por Bloc Party.
Imágenes de Lost (Perdidos)

10 mayo, 2007

La cucaracha

Pues nada, un reportero que se asusta con una cucaracha...
y a las 3 horas más?
No sabe pisarla? le da reparo ensuciar sus caros zapatos italianos??
Joooer.

Siempre he estado equivocado

 Siempre he estado equivocado sobre mí mismo. Las razones pueden ser muchas, desde que no había encontrado la motivación suficiente, a que o...